- ¿A quien nombraron Papa?

- A un argentino.

Lo que te faltaba, un Papa argentino.

Soy un descreído y mi mujer lo sabe, no sé porque se pone así.

Estaba en el paraíso y después de un gran chuletón y una botella de Albariño, dormitaba en el sillón viendo volar a las ardillas.

Bordean la finca, saltan de rama en rama y te miran.

Una desciende, se acerca y me dice al oído:

- Maldito agnóstico, peregrinarás a la casa donde nació Francisco.

¡ Of..tiáá……! ¡Como el pajarito de Maduro!

Se lo conté, me miró, no dijo nada.

Las otras veces tampoco.

Vuelo a Buenos Aires, regreso a la Argentina.

 

 

El sillón del paraiso. De roble en roble, vuelan las ardillas.

 

Y con ellas, la primavera

 

Estoy cansado.

Me prometí no volver a impartir un curso.

Empezaba los talleres con una charla sobre la historia del libro y la encuadernación.

Llenaba las mesas con hierros, ruedas, papiros, pergaminos, pieles, oro, papeles..... todo lo que os podáis imaginar, seis grandes mesas, medio taller.

Y hablaba y hablaba....bla, bla, bla...bla, bla, bla....dos horas de bla, bla, bla.

Miro las caras de la gente, que asombrados por lo que se abre ante sus ojos, descubren fascinados un mundo que desconocen.

Esas caras, las del primer día, valen todo el esfuerzo.

Pero estoy cansado.

Para evitar tentaciones, un amigo hereda las clases, los telares, las prensas y todas las herramientas de estos 18 años en la Biblioteca de la Diputación.

18 años sin parar de hablar.

Se acabó.

Pero me olvidaba de Alfredo, de su padre, de su madre, de Rosario..... de la madre que lo parió.

Ya no sé si se acabó.

 

 

 

Con la Web, los viajes, las charlas, las demostraciones en Buenos Aires he sido feliz; nunca se me ha pasado por la cabeza el pedir un céntimo.

Algo ha cambiado, la genética se está alterando pues esta vez va a ser distinto.

Voy a cobrar. Vamos a cobrar.

Sobre el mes de noviembre, si los hados lo permiten, volaré de nuevo a la Argentina y con Alfredo, impartiremos un taller para encuadernadores en Rosario.

 

EN ECUADERNACIÓN INTEGRAL

INTRODUCCIÓN AL GOFRADO Y DORADO CON PAN DE ORO.

ROTULADO

DORADO A VOLANTE

 

Una piel española y otra francesa de la casa Relma.

Un par de librillos de pan de oro y película.

Los pocos hierros que me quedan.

Y un disco duro portátil con un sin fin de archivos y películas.

Con eso y el bla, bla, bla, que me caracteriza, volaré de nuevo a La Argentina

Alfredo Mateos, las claras de huevo y las horas del curso serán rosarinos.

8 horas en un día (si nos divertimos, ya veremos)

Ahora solo faltan 10 encuadernadores voluntarios.

Alfredo es un maestro con el volante y con el aprenderemos.

Y el que os habla, intentará contenerse, hablar poco y emocionaros con el dorado y su historia.

Costo: Los voluntarios estarán obligados a participar e invitar a los profesores a un asado.

Ese es el precio y es un precio justo.

Solo falta fijar la fecha exacta del asado.

Y si no hay voluntarios, tampoco pasa nada, nosotros nos lo costeamos.

Pero hay que esperar y cuando estén los pasajes en las manos, hablamos.

 

GALLEGO CABRÓN, NO ME DAS BOLA

 

No me gusta el futbol y tengo 4 camisetas del rosario central.

Un día en el diario el País, un redactor escribe sobre, el que a su juicio es el mejor cuento de futbol de la historia.

¡Futbol! Normalmente no le prestaría atención, pero el autor era rosarino, se llamaba Roberto Fontanarrosa.

Busque el relato en internet.

A carcajadas.

A carcajadas y en el cenit del cuento, apenas podía contener las risas y las lagrimas.

Me hizo por siempre devoto de Fontanarrosa, hasta el punto, de que sería capaz de tragarme un partido completo del Rosario Central acompañado por Alfredo Mateos.

Llamo a Rosario.

- Gallego querido ¿como estas?

- Alfredo, acabo de leer un cuento de futbol de un tal Fontanarrosa y no me lo puedo creer.

- Gallego cabrón, te envié el cuento hace unos meses y no le diste bola.

- ¡A mi no me enviaste ningún libro!

- Eran unas fotocopias que iban en uno de los paquetes.

¡Joder...!

Cuando encuadernamos juntos el libro "El Pozo" entre el sin fin de paquetes que nos reenviamos, ademas de 4 camisetas de futbol y una de rugby había unas fotocopias relaciondas con el futbol.

Cada vez leo menos y quien podía pensar que iba a leer unas fotocopias que trataban de futbol.

Las camisetas las tiene mi hija y las fotocopias..........

Tardó poco en perdonarme.

Y como penitencia y homenaje al gran Fontanarrosa, aquí os dejo el cuento, listo para imprimir y encuadernar, en librillos de 4 hojas.

Por favor, utilizar un buen papel.

 

                            

 

Si se cae el cielo o me da un patatús.

Si se levantan las aguas y nos tragan a todos.

Si el taller no se puede realizar

La culpa es solo del que os habla.

Aquiseencuaderna.com

En el 2015, la Habana.

Y si alguien me invita a un Mojito....